Mientras que en el primer y segundo paso (inicio de vertido e integración) se debe mantener un flujo de vertido ni demasiado rápido ni demasiado lento para que la leche se integre bien con el café, cuando queremos dibujar debemos incrementar ese flujo. Esto se debe a que no basta con acercar la jarra a la superficie de la bebida para que podamos dibujar, la crema que hemos generado necesita impulso para desplazarse desde la jarra a la superficie de la bebida. Si nos fijamos en las siguientes imágenes, veremos cómo el grosor del vertido es diferente en función de la velocidad que apliquemos para cada maniobra.